Buscar Contacto
ARQUITECTURA
DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN
SOBRE NOSOTROS

Un marco excepcional para descansar y vivenciar la relajada vida mediterránea, beneficiandose de las más sotisficadas prestaciones de esta selecta urbanización que se ha convertido en sinónimo de tranquilidad y exclusividad

La Costa Brava alberga un singular mosaico natural caracterizado por la alternacia de escarpados acantilados, relucientes aguas y apacibles calas.

Situada en el término municipal del pintoresco Castell d’Aro en Girona, S’Agaró Vell se trata de un espacio privado cuyas aspiraciones van más allá de ofrecer un ambiente residencial con viviendas de excepcional calidad. Lo que distingue a esta comunidad es ni más ni menos que su genuina filosofía de vida, una manera única y privilegiada de experimentar el mediterráneo en estado puro.

Al encontrar se ubicada sobre el ligero promontorio de de Sant Pol, esta suerte de atalaya natural convierte el recinto en un mirador desde el que se puede admirar tanto el exuberante entorno natural de los alrededores como una extraordinaria panorámica de las cercanas localidades de Platja d’Aro y de Sant Feliu de Guíxols.

TRANQUILIDAD Y SEGURIDAD

Onda Masó

Nuestra prioridad consiste en asegurar la seguridad y la tranquilidad de nuestros residentes y, por ello, el servicio de vigilancia permanece durante las 24 horas del día, los 365 días del año. De esta forma, con el fin de garantizar la proteccióny la intimidad de los propietarios, el acceso a la urbanización está restringido a los no residentes.

S’Agaró puede presumir de gozarde una de las ubicaciones más destacadas en la Costa Brava. De Ahí que uno de los mayores atractivos de la urbanización sea que se asienta en primera línea de playa, por lo que las distinguidas viviendas cuentan con acceso directo a una playa semiprivada a la que se puede llegar caminando.

Es aquí donde esa dicotomía entre mar y montaña se resuelve de manera majestuosa sobre un lienzo de pinos y olas rompiendo las rocas. Dar un paseo hasta la playa o practicar senderismo entre pinares por el Camino de Ronda -que, además se su ser un recorrido que discurre por un entorno fascinante, asegura un acceso muy discreto a cada propiedad- son solamente algunas de las variadas opciones para disfrutar del espléndido paraje natural que rodea la urbanización.

En 1932, abría sus puertas el Hotel de S’Agaró-Vell. Este alojamineto no tardo en convertirise en una auténtica referencia, no solo en la urbanización sino en el propio litoral de la Costa Brava, cuya relevancia como establecimiento hostelero de 5 estrellas perdura hasta nuestros días. Sin duda, otro de los buques insignia de la zona que, a pesar de contar en sus primeros compases con tan solo once habitaciones, vino a reforzar el aura de la exclusividad que se respira en S’Agaró. Urbanización de lujo en S’Agaró.

Otro hito muy importante para los devotos propietarios fue la construcción de una iglesia dentro de la urbanización. La tarea recayo en las expertas manos de Rafael Masó que se sirvió de parte del claustro del antiguo convento de Sant Francesc de Gironapara levantar el nuevo templo. Esta iniciativa pudo verse truncada por las negativas de las autoridades a autorizar el traspaso de dichos restos, y si finalmentes salió adelante fue por el gran celo que Masó mostró en su conservación. La consagración de la iglesia a la Virgen de la Esperanza fue uno de los primeros acontecimientos públicos de la todavía joven historia de S’Agaró.

Es en este punto de la historia, 1933, cuando los hechos empiezan a precipitarse de manera vertiginosa. Ensesa Gubert llega a un acuerdo con Felip Masó Ferragut (personaje muy activo en la gestión del espacio catalán) para crear la empresa constructora que, en adelante, impulsará los proyectos edificadores en la urbanización. Al equipo se incorporan rapidamente los arquitectos Rafael Masó y Ramón Folguera. El número de casas aumenta de manera significativa respetando siempre los principios originales. De este modo, la comunidad de propietarios se amplia para dar cabida a personalidades de todo tipo, que acuden a S’Agaró atraídas por la gran fama que empieza adequirir el complejo.

“Personalidades de todo tipo acuden a S’Agaró atraídas por la gran fama que empieza adquirir el complejo.”

El inicio de la Guerra Civil paralizó por completo los trabajos en S’Agaró. Es más, en el curso del conflicto fue ocupada S’Agaro Vell por algunas facciones del ejercito republicano. Por fortuna, no hubo que lamentar grandes daños en las instalaciones y ello facilitó sobremanerá la vuelta a la normalidad en la década de 1940. Era este un momento en el que el país atravesaba una intena crisis posbélica, con escasez prácticamente de todo en clima de pesimísmo. Una vez más, los responsables de la utbanización demostraron saber cómo afrontar todo tipo de tesituras.

Para asegurar la continuidad del proyecto era necesario promocionar su existencia para que, de manera controlada, hubiera un permanente interés por afincarse en ella. Las campañas publicitarias obtuvieron un gran éxito y se organizaron distintos eventos dentro de la urbanización para darla a conocer. Así sucedería también desde la década de 1950, que se inició precisamente con un acto conmemorativo por el vigésimo quinto aniversario de S’Agaró. En un primer momento se concentraron también excursiones desde Girona y Barcelona para atraer más público. Pero la promoción no se redujo a veladas más convencionales. Los responsables de S’Agaró organizaron todo tipo de acontecimientos, algunos tan llamaticvos como competiciones hípicas y de tenis.

“Las campañas publicitarias obtuvieron un gran éxito y se organizaron distintos eventos dentro de la urbanización para darla a conocer”

No obstante, está práctica se desterró rápidamente en aras de mantener la esencia de de la urbanización, que en los años posteriores siguió albergando cenas, cócteles y galas. Y para fomentar de paso, la cultura catalana de la que tan orgullosos se sentían los fundadores, también hubo espacio para las sardanas y otros festejos tradicionales. Los réditos de estas iniciativas superaron con creces las previsiones más optimistas. En las décadas de 1960 y 1970, al socaire del imprsionante desppegue económico del país, S’Agaró vio cómo destacadas personalidades acudían a sus más exclusivas convocatorias. El ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, o el presidente de la República Francesa, Vincent Auriol, fueron algunos de los solemnes invidados

“También entre las glamurosas estrellas internacionales se difundió el encanto de la urbanización, sus ambientes y sus alrededores”

Iconos de la talla de Frank Sinatra, Ava Gardner, John Wayne, Sean Connery, Liz Taylor, Orson Wells o Lawrence Oliver desfilaron en algún momento por los bellos jardines del recinto. Lo mismo puede decrise de celebridades españolas como el músico Xavier Cugat, el polifacético -y gerundense- artista Salvador Dalí, el mediático torero Luis Miguel Dominguín y el celebre escritor catalán Josep Pla. Sin duda, S’Agaró se había consolidado como un referente para los visitantes más exigentes pero, afortunadamente, esta notoriedad no acabó con su tranquilidad.

“La historia continúa”

En las últimas décadas, la urbanización ha reforzado su imagen como espacio de descanso y recreo con altas dosis de privacidad y seguridad. El paisaje que cautivó a los pioneros que levantaron el primer chalet sigue siendo el mismo que observan los afortunados propietarios que forman la exclusiva comunidad del S’Agaró actual. Las casas se han edificado y reformado siguiendo los estándares más modernos y funcionales, los caminos han mejorado y los servicios prestados se han adaptado a los nuevos tiempos. Sin embargo, lo que se mantiene inavariable es esa atmósfera selecta y elegante que comenzo a fraguar hará casi cien años.

Icono Whatsapp Masó Inmobiliaria